The following text was given as an oral intervention by SSDP’s Latin America Global Fellow Marisa Morales ’15 during the 62nd Commission on Narcotic Drugs during the general debate on agenda item 11: implementation of the UNGASS outcome document. The intervention was made on behalf of both SSDP and Paradigma, a global coalition of youth-led drug policy organizations working together to bring the youth voice to the United Nations. Marisa’s intervention was made in Spanish, but an English translation is provided below.
Gracias señor presidente. Estoy aquí representando a Students for Sensible Drug Policy, una red internacional formada con capítulos dirigidos por estudiantes en más de 30 países que trabajan para promulgar políticas de drogas basadas en evidencia y derechos humanos. También estoy aquí como miembro de Paradigma, una coalición mundial de organizaciones dirigidas por jóvenes que trabajan juntas para llevar las voces de los jóvenes a las Naciones Unidas. Nos gustaría compartir algunos de nuestros pensamientos sobre la implementación del documento final de UNGASS desde una perspectiva de la juventud.
Las políticas de control de drogas continúan siendo las principales causas de preocupación, que afectan la salud, el bienestar y el desarrollo de los jóvenes. Proteger a los jóvenes del mundo fue un tema central durante la UNGASS. El capítulo 3 del documento final de UNGASS discute cómo la exposición a la violencia y el crimen relacionado con las drogas tiene un impacto negativo en la salud y el bienestar de los jóvenes. El Capítulo 4 trata sobre el empoderamiento de los jóvenes para llevar una vida sana y auto sustentable, haciendo hincapié en el derecho a la educación para todos los jóvenes. Creemos que para lograr estos objetivos, los Estados miembros deben reconocer que el daño causado por la prohibición de las drogas es peor que el daño causado por las drogas mismas.
Creemos que los Estados miembros deben adoptar medidas de reducción de daños y consagrarse en el sistema internacional de fiscalización de drogas con carácter urgente. Los jóvenes a menudo están en contacto cercano con las drogas y los últimos 60 años de prohibición de las drogas han hecho poco para cambiar este hecho. Nuestro trabajo ha demostrado el acceso a la educación basada en evidencia y servicios de salud sin temor al castigo creando una cultura de seguridad en torno al uso de drogas. Tal cultura es necesaria para que los estados miembros y las agencias de la ONU implementen con éxito las ideas discutidas en el documento final de UNGASS.
Teniendo en cuenta todo esto, SSDP y nuestros aliados en la coalición Paradigma desean preguntar a todos los estados miembros y agencias de las Naciones Unidas que estén preocupados por la salud de los jóvenes:
Acerca de un modelo con un enfoque equilibrado de las drogas y la educación sobre drogas.
Los jóvenes consumen drogas, y asumir que es posible un mundo libre de drogas es irresponsable e ignorante de la situación que se vive. La mejor manera de garantizar que los jóvenes puedan responder adecuadamente a la presencia del uso de drogas en sus vidas es brindándoles información honesta y basada en evidencia sobre drogas con un idioma que puedan comprender, en lugar de dejar que aprendan por sí mismos de una forma potencialmente peligrosa. Los estados miembros también deben eliminar las barreras frente a las investigaciones relacionadas con los beneficios médicos de sustancias psicoactivas como el cannabis, la psilocibina, la ayahuasca, la ibogaína y el MDMA. Al permitir e invertir en esta investigación, podemos descubrir los usos beneficiosos de muchas sustancias controladas y al mismo tiempo educar adecuadamente a los jóvenes sobre sus riesgos.
Punto # 2: Cambiar las políticas de drogas hacia enfoques basados en la salud pública y los derechos humanos
Consideramos que la despenalización de las drogas es un primer paso necesario para revertir los efectos dañinos de la prohibición en los jóvenes. Los estados miembros deben reconocer e implementar iniciativas de reducción de daños que ayuden a las personas que usan drogas a lidiar con los daños potenciales. Los estudios han demostrado que las iniciativas de reducción de daños como los programas de intercambio de jeringas, el análisis de sustancias y la instalaciones de salas de inyección segura pueden salvar vidas. Estas iniciativas deben implementarse sin restricciones de edad y priorizar a las comunidades más afectadas por el uso nocivo de drogas.
Punto # 3: No dejes a nadie atrás.
La implementación de políticas de control de drogas ha llevado al estigma y la discriminación contra las personas que usan drogas, lo que dificulta su participación en la sociedad. Para abordar este problema, la Oficina de drogas y crimen de las Naciones Unidas debe alinear sus enfoques para abordar el uso nocivo de drogas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Al reconocer el estigma y la discriminación que experimentan las personas que usan drogas, podemos poner a las personas primero en nuestros esfuerzos colectivos para contrarrestar el problema mundial de las drogas. Todos los estados miembros y las agencias de las Naciones Unidas deben garantizar la participación activa y significativa de los jóvenes en el desarrollo, la implementación y la evaluación de políticas de drogas. Los jóvenes son comúnmente excluidos de las discusiones sobre su propio futuro, y creemos que hay espacio para abrir más el debate e incluir voces juveniles más diversas. Invitamos a todos los estados miembros a incluir un miembro juvenil para las futuras sesiones, reuniones y eventos relacionados con la política de drogas y solicitar eventos paralelos centrados en la juventud.
Gracias por tu tiempo.
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Thank you Ms Chair. I am here representing Students for Sensible Drug Policy, grassroots network with student-led chapters in more than 30 countries working to enact drug policies based in evidence and human rights. I am also here as a member of Paradigma, a global coalition of youth-led organizations working together to bring the voices of young people to the United Nations. We would like to share some of our thoughts on the implementation of the UNGASS outcome document from a youth perspective.
Drug control policies continue to be major causes for concern, impacting the health, well-being, and development of young people. Protecting the world’s youth was a central theme during the UNGASS. Chapter 3 of the UNGASS outcome document discusses how exposure to drug-related violence and crime has a negative impact on the health and well-being of young people. Chapter 4 discusses empowering young people to lead healthy and self-sustained lives, and emphasizes the right to education for all young people. We believe in order to achieve these objectives, member states must recognize that the harm caused by drug prohibition is worse than the harm caused by drugs themselves.
We believe harm reduction measures should be embraced by Member States, and enshrined in the international drug control system as a matter of urgency. Young people are often in close contact with drugs and the past 60 years of drug prohibition have done little to change that fact. Our work has demonstrated access to evidence-based education and health services without fear of punishment can create a culture of safety around drug use. Such a culture is necessary for member states and UN agencies to successfully implement the ideas discussed in the UNGASS outcome document.
Considering all of this, SSDP and our allies in the Paradigma coalition would like to ask the following of all member states and UN agencies concerned about the health of young people:
Ask #1: Model a balanced approach to drugs and drug education
Young people use drugs, and assuming a drug free world is possible is irresponsible and ignorant of the situation on the ground. The best way to ensure youth are able to properly respond to the presence of drug use in their lives is to give them honest, evidence-based information about drugs in a language they can grasp, instead of leaving them to learn for themselves in a potentially dangerous environment. Member states should also remove barriers presenting research related to medical benefits of psychoactive substances such as cannabis, psilocybin, ayahuasca, ibogaine, and MDMA. By allowing and investing in this research, we can uncover the beneficial uses of many controlled substances while also properly educating young people on their risks.
Ask #2: Shift drug policies towards public health and human rights based approaches
We see decriminalization of drugs as a necessary first step to reversing the harmful effects of prohibition on young people. Member states should acknowledge and implement harm reduction initiatives which help people who use drugs deal with the potential harms of drug use. Studies have proven harm reduction initiatives such as syringe exchange programs, drug checking, and safe injection facilities can save lives. These initiatives should be implemented without age restrictions and prioritize communities which are most impacted by harmful drug use.
Ask #3: Leave no one behind
The implementation of drug control policies has led to stigma and discrimination against people who use drugs, making it difficult for them to participate in society. To address this issue, the UNODC should align their approaches to addressing harmful drug use with the 2030 Sustainable Development Goals. By recognizing the stigma and discrimination experienced by people who use drugs, we can put people first in our collective efforts to counter the world drug problem. All member states and UN agencies should ensure the active and meaningful participation of young people in the development, implementation, and evaluation of drug policies. Young people are too commonly excluded from discussions regarding their own future, and we believe there is room to further open the debate and include more diverse youth voices. We invite all member states to include a youth member on any delegation to future sessions, meetings, and events regarding drug policy and request side events focusing on youth are prioritized.
Thank you for your time.